miércoles, 13 de abril de 2011
...una caja feliz
Después de lo triste, sola y vacía que se había quedado la caja tras perder a todos, pasaron unos días. Uno de esos días en el que la caja estaba en medio del parque sin hacer nada, de pronto oye un ruido y ve una pequeña pelota de goma aterrizar a unos metros de ella. A continuación pasa un hombre corriendo y chuta la pelota por accidente, esta se aleja más de la caja. Luego la coge un perro con la boca, el perro va corriendo de un lado a otro con ella en la boca hasta que se cansa y la deja en el suelo justo al lado de la caja. El dueño va donde el perro le ata con la correa y al ver la pelota la deposita dentro de la caja y se va. Milagrosamente la caja y la pelota vuelven a estar juntas, pues parece que el enfado no les duró mucho.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario